Probamos el iPhone SE: el mejor gama media que puedes comprar es de Apple
24 abril, 2020
Este viernes se pone a la venta el nuevo iPhone SE, uno de los teléfonos más esperados de Apple. La compañía repite la fórmula que le funcionó con el primer modelo de iPhone SE lanzado hace cuatro años: alto rendimiento a bajo precio gracias a reciclar el diseño de un modelo anterior.
De un primer vistazo el nuevo iPhone SE podría llevarnos a pensar que estamos ante un iPhone 8 ya que su diseño y dimensiones son las mismas que las del modelo de 2017. Sin embargo, su principal diferencia está en la potencia que alberga. La nueva generación que se pone hoy a la venta equipa el A13, el mismo chip que
tienen el iPhone 11, iPhone 11 Pro y iPhone 11 Pro Max, lo que posibilita tener un ‘motor’ de gama alta pero en un ‘chasis’ reciclado.
Esta combinación está pensada bajo el tercer pilar en el que se sustenta la estrategia del teléfono: su precio. El iPhone SE se pone a la venta por 489 euros (64 GB) y sube hasta los 539 y 659 euros por los 128 y 256 GB, respectivamente. Un rango de precios que le convierte en el smartphone más barato de Apple.
Un diseño reciclado
Pese a que el diseño se ha quedado un paso atrás de lo que es tendencia en el mercado, donde priman las pantallas curvas y los paneles infinitos casi sin bordes, el iPhone SE aboga por no cambiar una línea del diseño de hace tres años, una estrategia arriesgada que no todos los fabricantes se pueden permitir. Lo cierto, es que pese a todo, el iPhone SE aguanta su esencia y su sello. Es un iPhone. Es distinto al resto de la gama media y las sensaciones así lo son cuando lo tienes en la mano.
El teléfono no está pensado para aquellos que buscan el último dispositivos del mercado, más bien todo lo contrario. Apple lo sabe y por eso decide mantener las líneas para bajar el precio. Está concebido para aquellos usuarios que llevan arrastrando un iPhone de hace generaciones y quieren actualizarlo pero sin invertir demasiado, o bien para aquellos que tiene un Android pero desean dar el salto al ecosistema de la manzana.
Un cambio fuera de estas dos posibilidades es complicado. Estamos ante un teléfono pequeño (138.4 mm de alto por 67,33 mm de ancho) con una pantalla Retina HD (1334x 750 pixeles a 326 ppp) de 4,7 pulgadas que no ocupan todo el frontal, algo a lo que Apple nos tiene acostumbrados desde el iPhone X. A cambio de mantener unos grandes bordes mantiene el Touch ID, una característica que la compañía ha dejado de utilizar en sus últimos modelos pero que pese a todo aún conserva adeptos entre aquellos que hace años que no renuevan su teléfono y lo prefieren a Face ID.
En cuanto a materiales, encontramos una fabricación a base de aluminio en los bordes y cristal en la trasera, lo que permite mantener el sistema de carga inalámbrica, así como conserva la certificación IP67, que le hace resistente a agua y polvo así como aguanta 30 minutos bajo el agua a un metro de profundidad.
Potencia como sus hermanos mayores
El principal reclamo del teléfono está en la parte que no se ve de él. Es el Chip A13 Bionic el que hace que el iPhone SE de 2020 cobre verdadero sentido. Por equiparar con el modelo del que hereda las hechuras, el nuevo teléfono resulta un 40% más rápido a nivel de CPU y hasta el doble en potencial gráfico, una auténtica bestia que lo notarán aquellos que den el salto al teléfono desde otro de hace varias generaciones.
Al igual que sucede con el iPhone 11 y 11 Pro, el chip está diseñado con un motor neuronal capaz de realizar 5 billones de operaciones por segundo, a lo que le acompaña un controlador de aprendizaje automático para equilibrar el rendimiento y la eficiencia. Un avance que se traduce en una mejor gestión a la hora de usar cualquier aplicación, sea una de vídeo pesada, de realidad aumentada, gaming así como por supuesto optimiza el funcionamiento de la cámara y la eficiencia energética para estirar la autonomía de la batería. La idea es que con uso normal acabemos el día sin problemas.
Una cámara de gama alta
A diferencia de la gama alta de Apple, el iPhone SE se diferencia por disponer de única lente trasera, pero gracias al chip A13 y a los algoritmos de inteligencia artificial desarrollados por la tecnológica, tendremos una calidad casi pareja a la que podríamos tener en sus teléfonos más caros y exclusivos.
Dispone de una cámara gran angular de 12 megapíxeles con apertura de ƒ/1.8, al que le acompañan el procesador de señal de imagen y el sistema Neural Engine. Una combinación que permite, entre otras cosas, mantener el popular modo retrato con control de profundidad, los sistemas de iluminación de rostros que encontramos en la gama alta o el HDR inteligente. Eso sí, no tendremos el modo noche o los ajustes automáticos de la familia 11, con lo que en entornos de baja luz sí notaremos un salto hacia atrás con respecto a la gama alta.
Estas condiciones hacen que el iPhone SE juegue con ventaja contra la gran mayoría de rivales Android que oscilan en su rango de precio, una diferencia que aún es mayor si pasamos a la parte de vídeo. El teléfono mantiene la grabación de video 4K hasta 60 fps y una impecable estabilización óptica de imagen. Eso sí, el rango dinámico extendido llega a los 30 fps frente a los 60 fps de los iPhone 11, teléfonos que recordemos parten de los 809 y 1.159 euros, una diferencia notable.
Si notaremos más diferencia entre los modelos de gama alta y el SE en la fotografía frontal. No tenemos cámara cámara TrueDepth sino FaceTime HD de 7 megapíxeles. Aunque cumple con nota, el límite de grabación está en video HD de 1.080p a 30 fps y, aunque no hay posibilidad de slowfies, sí tenemos modo Retrato con bokeh y control de la profundidad.
El gama media a recomendar
Con estos mimbres, el iPhone SE se ha convertido en el gama media a recomendar para todo aquel que tiene un teléfono de hace unas generaciones y quiere dar el salto a otro modelo más actual pero asegurándose varios años de duración.
Tanto el chip A13 como la cámara de fotos y el sistema operativo hacen del nuevo iPhone SE la opción perfecta para todos aquellos que quieren seguir en el ecosistema Apple, sin renunciar a potencia pero sin invertir demasiado.